Se crea la Universidad Rosario Castellanos a nivel nacional por decreto presidencial

La presidenta Claudia Sheinbaum formalizó la expansión de las universidades Rosario Castellanos a nivel nacional mediante un decreto presidencial. Esta institución, que inició en la Ciudad de México, extenderá su modelo educativo híbrido (presencial y a distancia) a diversos estados del país.

Primeros planteles y expansión nacional

El primer plantel nacional de la Universidad Rosario Castellanos estará ubicado en Comitán, Chiapas, ciudad natal de la escritora y feminista Rosario Castellanos. Próximamente, se construirán sedes en:

• Tijuana
• Sonora
• San Luis Potosí
• Puebla

Modelo de colaboración:

• Los gobiernos estatales aportarán instalaciones iniciales.
• A largo plazo, se construirán edificios dedicados para consolidar los planteles.

La experiencia en la Ciudad de México

La Universidad Rosario Castellanos en la Ciudad de México actualmente:

• Atiende a 60,000 estudiantes.
• Ofrece 23 licenciaturas, 5 especialidades, 7 maestrías y 3 doctorados.
• Opera con un modelo académico híbrido, garantizando calidad educativa y flexibilidad.

Este éxito se replicará en otras regiones, aumentando la matrícula y las oportunidades de educación superior.

Apoyo económico a estudiantes

Además, el secretario de Educación Pública, Mario Delgado, anunció avances en el registro para la Beca Rita Zetina, destinada a estudiantes de secundaria en escuelas públicas:

• Se realizaron 35,155 asambleas escolares para el registro.
• Actualmente, 3,876,322 estudiantes están inscritos.
• El periodo de registro sigue abierto para quienes deseen beneficiarse.

Impacto del proyecto

La creación de la Universidad Rosario Castellanos a nivel nacional promete:

• Reducir la brecha educativa: Llevar educación superior de calidad a diversas regiones del país.
• Fomentar la inclusión: Ofrecer acceso a comunidades vulnerables mediante educación pública.
• Fortalecer el legado cultural: Rescatar y promover la visión feminista y humanista de Rosario Castellanos.

Fuente: La Jornada