El parlamento de Francia aprobó este martes una ley que prohíbe las terapias de conversión sexual. “Terapias” que pretenden modificar la orientación sexual de personas con preferencias diferentes a la heterosexualidad. “¡Se aprueba por unanimidad la ley que prohíbe la terapia de conversión! Estemos orgullosos, estas prácticas indignas no...
enero 26, 2022El parlamento de Francia aprobó este martes una ley que prohíbe las terapias de conversión sexual. “Terapias” que pretenden modificar la orientación sexual de personas con preferencias diferentes a la heterosexualidad.
“¡Se aprueba por unanimidad la ley que prohíbe la terapia de conversión! Estemos orgullosos, estas prácticas indignas no tienen cabida en la República. Porque ser uno mismo no es un delito, porque no hay nada que curar”, señaló Emmanuel Macron, primer ministro de Francia a través de redes sociales.
Con 142 votos a favor y cero en contra, los diputados de la Cámara Baja en Francia aprobaron la ley que prohíbe las terapias de conversión sexual. Esto con el objetivo de que se respeten los derechos de la comunidad LGBTTT+ y se fomente la igualdad.
Los diputados franceses celebraron la aprobación de esta ley. Por su lado, Pieyre-Alexandre Anglade, señaló que “nadie podrá pretender en Francia poder curar a las personas LGBT”.
La legislación castigará penalmente a quienes sean condenados por intentar “convertir” a la gente LGBTQ a la heterosexualidad o a las expectativas de género tradicionales.
Por otro lado, también ofrece la posibilidad de que activistas presenten demandas civiles en nombre de las víctimas.
La legisladora Laurence Vanceunebrock, afirmó que se dirige “a todos aquellos que comparan una identidad o una orientación sexual con una enfermedad”,
“No hay nada que sanar”, dijo a la Asamblea Nacional.
De acuerdo al Financiero, la ministra de Igualdad y Diversidad, Elisabeth Moreno, describió las llamadas terapias de conversión como “bárbaras”.
Bajo la nueva ley, los esfuerzos sostenidos “que tengan por objeto modificar o reprimir la orientación sexual o la identidad de género”; y que repercutan en la salud mental o física de las víctimas son sancionables con hasta dos años de cárcel y 30 mil euros (34 mil dólares) de multa.
El castigo puede incrementarse a tres años de prisión y 45 mil euros (50 mil dólares) en casos con menores o personas especialmente vulnerables.
Con información del Financiero.