En su conferencia desde Puebla, el presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió contra los participantes de la marcha “por nuestra democracia”, acusándolos de ser los “más tenaces violadores de los derechos del pueblo”. López Obrador cuestionó la autenticidad de la defensa democrática de los manifestantes, afirmando que representan una oligarquía corrupta que se beneficiaba de la corrupción.
El mandatario federal denunció la campaña en su contra, incluido el hashtag #NarcopresidenteAMLO, que atribuyó a esfuerzos electorales y la compra de seguidores virtuales para difundir mensajes difamatorios. López Obrador rechazó las acusaciones de ser un dictador y narcotraficante, revirtiendo la narrativa hacia aquellos que estuvieron en el poder durante gobiernos pasados, particularmente el PAN, y su supuesta complicidad con el narcotráfico, citando el caso de Genaro García Luna.
El presidente se burló de los críticos, incluyendo a personajes como Enrique Krauze y Claudio X. González, describiéndolos como adoradores del dinero y acusándolos de corrupción. Asimismo, criticó a Lorenzo Córdova, presidente del INE, a quien acusó de servir a los intereses del expresidente Enrique Peña Nieto.
López Obrador destacó la libertad de expresión en México y afirmó que su gobierno está arraigando la corrupción mientras avanza en su agenda de transformación. A pesar de las críticas y la marcha de protesta, el presidente insistió en que la gente desea la continuación de su administración y no el regreso de los supuestos corruptos del pasado.
El presidente concluyó su discurso citando el escepticismo de un manifestante preocupado por el posible ataque al artículo 139 de la Constitución y destacando pancartas que rechazaban el comunismo. Enfatizó que la transformación del país sigue adelante, a pesar de la oposición y las críticas constantes.
La conferencia del presidente López Obrador subraya la polarización política en México y su respuesta contundente a las manifestaciones y las acusaciones en su contra.