La Selección Femenil de Estados Unidos logró un acuerdo histórico con la Federación Estadounidense de Fútbol para conseguir el pago igualitario. Tras seis años de batalla legal, la USSF (por sus siglas en inglés) se comprometió a pagar 24 millones de dólares en bonos para equiparar el sueldo varonil....
febrero 22, 2022La Selección Femenil de Estados Unidos logró un acuerdo histórico con la Federación Estadounidense de Fútbol para conseguir el pago igualitario. Tras seis años de batalla legal, la USSF (por sus siglas en inglés) se comprometió a pagar 24 millones de dólares en bonos para equiparar el sueldo varonil.
Las jugadoras repartirán 22 millones, mientras que la USSF acordó la apertura de un fondo de 2 millones de dólares para el retiro de las atletas. Asimismo, la federación tendrá que proveer un tasa equitativa de pago para ambas selecciones, lo que incluye los bonos de la Copa Mundial.
U.S. Soccer and @USWNT are proudly standing together in a shared commitment to advancing equality in soccer. pic.twitter.com/Sp8q7NY0Up
— U.S. Soccer (@ussoccer) February 22, 2022
Al respecto, la centrocampista Balón de Oro femenino, Megan Rapinoe, declaró en entrevista telefónica para The Associated Press que saber que dejarán el deporte exponencialmente mejor que como lo encontraron lo es todo.
“Eso es lo que buscamos debido a que, siendo honestos, no habría justicia si no nos aseguramos que no vuelva a suceder”.
When we win, everyone wins!
— Megan Rapinoe (@mPinoe) February 22, 2022
Por su parte, Cindy Parlow Cone, presidenta de la USSF, aseguró que este sólo es el primer paso en la reconstrucción del equipo femenil.
“Este es sólo un paso hacia la reconstrucción de la relación con el equipo femenino. Creo que es un gran logro y estoy entusiasmada sobre el futuro y el trabajo que tendremos juntas”, comentó.
Proud of this historic moment and excited to move forward together with our players to grow soccer and advance opportunities for women and girls around the world. https://t.co/MCFsjZjJdM
— Cindy Cone (@cone_cindy) February 22, 2022
Fue en abril de 2016 cuando cinco jugadoras, lideradas por Megan Rapinoe y Alex Morgan, presentaron una denuncia en la Comisión de Igualdad de Oportunidad de Empleo. Tres años después, en el 2019, el tema se convirtió en una demanda por haber sido perjudicadas bajo la Ley de Igualdad de Pago y la sección VII de la Ley de Derechos Civiles.
Inicialmente, las jugadoras buscaban el pago de 66.7 millones de dólares en pagos retroactivos. No obstante, la USSF aseguró que las jugadoras “no realizan el mismo trabajo que requiere la misma habilidad [y] esfuerzo” de los jugadores.
En palabras del entonces director de la USSF, Carlos Cordeiro, “la habilidad general para jugar al futbol que se requiere para competir en la selección absoluta masculina está influenciada materialmente por el nivel de ciertos atributos físicos como la velocidad y la fuerza”. Dichas declaraciones le valieron su puesto a Cordeiro, quien fue sustituido por Cone.
Posteriormente, en mayo de 2020, el juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Gary Klausner, le concedió a la USSF un juicio sumario para desestimar los reclamos por igualdad salarial.
Las razón que ofreció Klausner fue que durante el periodo de clase en cuestión, cada jugadora ganó más dinero por juego que sus contrapartes masculinas.
Sin embargo, las jugadoras presentaron una apelación sobre los reclamos de igualdad salarial, argumentando que Klausner ignoró el hecho de que las mujeres tenían que ganar más a menudo que los hombres para recibir sus bonos.
Paralelamente, llegar al equipo de la Copa Mundial le da a un jugador masculino $67,000 dólares; mientras que a una mujer sólo le bonifica $37,500. En tanto, ganar la Copa del Mundo le daría a cada jugador $407,000 dólares, en contraste con $110,000 que ganaría una mujer.
Asimismo, la USSF argumentó que el contrato de las mujeres se negoció colectivamente y que la institución no tenía control sobre las bonificaciones que paga la FIFA por ganar las Copas Mundiales masculina y femenina. Incluso aseguró que si se viera obligada a pagar lo que pedían las mujeres, la Federación terminaría en bancarrota.
Con todo, Cindy Cone se mantiene optimista y asegura que todavía queda mucho trabajo por hacer. “Tenemos que llegar a una solución sobre los acuerdos de la CBA. Pero el enfoque ahora cambia a hacer crecer el juego desde una perspectiva comercial con nuestros socios estratégicos, y tener a los jugadores de nuestro lado para ir de la mano y animar a la FIFA a igualar la diferencia del premio económico de la Copa del Mundo”.
Mientras que Rapinoe aseguró que espera ser parte del cambio en el futuro, para que la FIFA mejore las condiciones; “no solo por el premio en metálico, sino también por los recursos, la inversión, el cuidado y el esfuerzo y todo puesto hacia el juego femenino”.