La Fórmula 1 suspendió el Gran Premio de Rusia que estaba previsto realizarse en septiembre de este año. “Fórmula 1, la FIA y los equipos discutieron la posición de nuestro deporte, y la conclusión es, incluyendo la opinión de todas las partes interesadas, que es imposible celebrar el Gran Premio...
febrero 25, 2022La Fórmula 1 suspendió el Gran Premio de Rusia que estaba previsto realizarse en septiembre de este año.
“Fórmula 1, la FIA y los equipos discutieron la posición de nuestro deporte, y la conclusión es, incluyendo la opinión de todas las partes interesadas, que es imposible celebrar el Gran Premio de Rusia en las circunstancias actuales”, aclararon.
El debate sobre la fecha pautada para el Autódromo de Sochi ya se había iniciado apenas se conocieron las “operaciones militares” que impulsó el presidente ruso Vladimir Putin en las primeras horas del jueves 24 de febrero. Inmediatamente, figuras de la talla de Sebastian Vettel, Max Verstappen o Fernando Alonso habían planteado su postura de no viajar al país que comenzó un conflicto bélico.
“Si miras el calendario, tenemos una carrera programada en Rusia. Para mí, mi propia opinión es que no debería ir. Creo que está mal correr en ese país. Lo siento por la gente, por la gente inocente que está perdiendo la vida, que está siendo asesinada por razones estúpidas bajo un liderazgo muy extraño y loco”, planteó el corredor alemán que actualmente se desempeña en Aston Martin.
El GP de Rusia debía albergar la 17ª carrera de la temporada durante el fin de semana del 25 de septiembre. La fecha en este país se reinició en 2014. Y desde ese año se corrió de manera ininterrumpida hasta la edición 2021 que tuvo el triunfo de Lewis Hamilton. El calendario de la Fórmula 1, tras esta decisión, quedará con 21 carreras con el inicio pautado para el próximo 28 de marzo en el GP de Baréin.
Esta cancelación que tuvo la carrera que debía celebrarse en el Autódromo de Sochi no es la única repercusión en la Fórmula 1 tras la invasión rusa en territorio ucraniano. Haas, equipo de raíces norteamericanas pero con una inyección económica del magante ruso Dmitry Mazepin, borró durante el último día de pruebas en Cataluña todos los rastros relacionados al acuerdo con capitales rusos.